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La asociación de propietarios del polígono industrial de Manacor y las asociaciones empresariales de la madera y el metal, han criticado la falta de «apoyo interés» municipal con su sector. Entre otras muchas cosas, critican la falta de previsión e iniciativas para aumentar el suelo industrial del polígono. Según los afectados todo ello ha provocado la marcha de grandes empresas (Orquídea o Procam), que otras ubicadas en el casco urbano (tapiceros, talleres, herreros...) no puedan expandirse y que iniciativas empresariales de otros municipios no se instalen en la capital del Llevant. «Se van a otros pueblos donde les reciben con los brazos abiertos y les dan todas las facilidades del mundo», apuntaron.

Pep Riera, miembro de la asociación de industriales del polígono; Francesc Jaume de la patronal; el presidente de la Associació de la Fusta, Jaume Llodrà y el de la del Metall, Gabriel Parera, realizaron ayer una rueda de prensa para denunciar la situación porque «desde hace mucho tiempo vemos que las reuniones que hemos hecho con los diferentes representantes del Ajuntament no han servido prácticamente de nada». «Estamos cansados de ir a tocar puertas y de ofrecer colaboración sin obtener resultados», apuntaron. Los empresarios e industriales que representan a más de 200 empresas y unos 2.000 trabajadores, informaron que el paralizado proyecto de ampliación del polígono es del todo insuficiente ya que prevé un aumento de 105.000 metros cuadrados. Así informaron que hace un año y medio realizaron una encuesta que reveló que el sector de la madera requiere 120.000 metros y el del metal, 30.000. «Eso sin contar las de otros sectores o las de fuera que querrían venir a Manacor», apuntó Llodrà.

Precisamente el presidente de la asociación de la madera lanzó la voz de alarma: «Manacor era la madre del mueble y de la madera y si no nos planteamos una estrategia comercial conjunta con la implicación de las instituciones el sector tiene los días contados, dentro de siete o diez años haba desaparecido». Los empresarios recuerdan que con la apertura de la delegación del Institut d'Innovació Empresarial (IDI) hace dos años «pensamos que lo tendríamos más fácil pero no ha sido así, hacen polígonos en todos los pueblos menos en Manacor». Ante esta situación lanzan una pregunta: «Si el tejido industrial de Manacor pierde fuerza, ¿Para qué se quiere hacer un recinto ferial? ¿Qué harán con él?». Por otra parte, critican también las carencias existentes en el actual polígono como el saneamiento de pluviales, las vías de entrada y salida que son «tercermundistas», la imposibilidad de reciclar residuos industriales, la inseguridad por «oleadas de robos», la falta de limpieza y señalización o de un edificio de servicios. Todo ello pagando «impuestos de los más altos de Mallorca». «La riqueza de un pueblo se mide por la industria que tiene», concluyó Parera.