La ciudad vivirá un cambio similar al que experimento Vilafranca
hace unos años cuando, con la apertura de la variante, dejaron de
atravesar el centro del pueblo unos 25.000 vehículos diarios.
La ronda norte evitará los atascos en la sobre saturada
carretera que atraviesa el casco urbano donde ni los semáforos
logran regular tanta densidad de tráfico. Así y desde este punto,
también se logrará la descongestión del resto de la ciudad.
Pero no todo son alegrías, de momento. Muchas empresas de
Manacor instaladas junto a la concurrida carretera tenían en los
miles de vehículos de paso a centenares de potenciales clientes. El
temor a padecer un descenso de ventas es más que justificado pues
pueden quedarse con el cliente fijo. Ante esta situación, el equipo
de gobierno del Ajuntament de Manacor tiene la intención de
convertir toda la carretera en un bulevar para potenciar la zona.
De hecho, el Pla Territorial de Mallorca ya incluyó este proyecto y
también el embellecimiento de la entrada de Manacor para
convertirla en una fachada de bienvenida a la capital de
comarca.
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