Las nuevas «blavetes» se preparan para afrontar su primer curso en el Santuario

Helena Dodd tiene 9 años y vive en Sencelles. La pasión por la música le viene de familia, ya que tanto su padre como su madre se dedican a esto. «Me encanta cantar y tengo ganas de aprender las canciones para poder ensayar con los blavets», dice. Además de las clases de música, a Helena le encanta el paisaje de Lluc y su ilusión sería poder quedarse a dormir allí cada día, como hacen los niños. «Ahora todavía no hay habitaciones para niñas, pero espero hacerlo el curso que viene», dice.

Sonia Aguareles, la más pequeña de las nuevas alumnas, con sólo 8 años y residente en Sóller, confiesa que «desde que tenía un año y medio quería ser blavet», por lo que su escolarización en la Escolanía de Lluc supone cumplir su sueño. Ahora se muestra ilusionada, dispuesta a ingresar en el coro y mejorar su técnica con el violín, que toca desde los seis años.