El pleno en el que se aprobó la recepción de las urbanizaciones de Nigorra ha levantado una tormenta política.

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El PP de Calvià envió ayer un demoledor comunicado de prensa en el que se acusa al concejal de UM Isidre Cañellas de intento de traición y además se informa de que la Junta Local del partido en el municipio se reunirá para decidir si echa al concejal del equipo de gobierno. Cañellas es ahora primer teniente de alcalde de Calvià y concejal de Hacienda del municipio.

En la reunión de la Junta Local de UM, que se celebrará por la tarde, se da por hecho que los nacionalistas darán un ultimátum al alcalde del municipio, Carlos Delgado, para que destituya a Joan Thomàs como concejal de Vías y Obras. Desde UM se insistió ayer en la voluntad de respetar los acuerdos firmados con el PP, pero insistieron en que ello pasa por la salida del tránsfuga del equipo de gobierno.

El sucinto comunicado de los populares es una carga de profundidad contra el pacto PP-UM en Calvià, al que ya se puede decir que le quedan días. Los populares acusan a Cañellas de intento de traición después de que el concejal tránsfuga de UM, Joan Thomàs, asegurara en una rueda de prensa que los nacionalistas del municipio estudiaron el pasado mes de noviembre la posibilidad de plantear una moción de censura contra Carlos Delgado. La moción de censura nunca llegó a formalizarse.

El PP considera que el sólo hecho de plantear esta posibilidad incumple el pacto firmado a principio de legislatura. «El PP de Calvià quiere manifestar que, a raíz de estos acontecimientos y de los graves hechos denunciados por Thomàs, la relación con UM no volverá a ser la misma», señala el comunicado.

De hecho, la posible destitución de Isidre Cañellas como teniente de alcalde supondría la ruptura definitiva del pacto PP y UM y marcaría el inicio de las hostilidades entre ambos partidos. Por el momento, el partido nacionalista tiene previsto reunirse mañana para analizar todo lo sucedido desde que el tránsfuga Joan Thomàs anunció su intención de abandonar el partido hasta el pasado pleno de Calvià, en el que se aprobó la recepción de las dos urbanizaciones de la familia Nigorra con el voto del concejal tránsfuga y la oposición de los nacionalistas.