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Catorce propietarios de una comunidad de vecinos en la calle Salord de Inca, junto al edificio de Correos, padecen desde el año 2003 una contaminación de gasoil en su aljibe comunitario que impide que puedan utilizar el agua. Desde entonces, los vecinos se ven obligados a recibir el suministro de agua a través de un aljibe provisional y una manguera que recorre la escalera de su edificio.

A finales de 2003, los vecinos notaron un fuerte olor a gasoil en el agua que salía del grifo, tras lo que comprobaron que el depósito de gasoil para la calefacción del edificio contiguo de Correos había reventado, produciéndose filtraciones y contaminando su aljibe comunitario.

Pep Riutort, presidente de la comunidad de vecinos, explica que «desde el principio un médico nos avisó de que el agua no la podíamos utilizar ni para ducharnos». Riutort también recuerda que «en principio, y después de que presentásemos denuncias ante el Ajuntament y la Conselleria de Salut i Consum, los responsables de Correos atendieron nuestro problema». Entonces se realizaron algunos análisis, se instaló un aljibe provisional en un garaje contiguo y Correos aseguró que arreglaría su depósito de gasoil.

«La realidad», según explica ahora el presidente de la comunidad, «es que el agua del aljibe comunitario sigue contaminada. Hace quince días se realizaron análisis que detectaron presencia de hidrocarburos, y el inspector de Sanidad observó que el gasoil se aprecia a simple vista en el agua». Riutort asegura que «ha llegado un momento en que Correos no quiere saber nada y necesitamos que se arregle el problema». Los vecinos quieren que Correos asuma los gastos de limpieza e impermeabilización de su aljibe comunitario. Si no reciben respuesta, reclamarán indemnizaciones a través de la vía judicial.