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El cierre de la carretera de Inca-Muro (PM-350) desde principios de esta semana, ha colapsado el centro de Llubí en las horas punta de los últimos días. Para evitar que este problema persista hasta el 24 de junio, fecha en que se prevé abrir la carretera de Inca-Muro, los técnicos del Consell de Mallorca han desviado el tráfico por sa Pobla y por Santa Margalida. «En la rotonda de Inca, hemos tapado las señales que indican Muro y hemos colocado una señalización que recomienda acceder a la localidad vía sa Pobla. En Llubí, hemos tapado las señales indicadoras para coger la carretera de Muro, con el objetivo de evitar retenciones en el centro del pueblo», explicó Francesc Grimalt, director de la obra de la carretera Inca-Muro.

Los técnicos del Consell han descartado utilizar el camino de es Camp d'es Pi para desviar el tráfico al considerar que es demasiado estrecho y tiene unas salidas poco recomendables, pues empieza en una curva, aunque estudia utilizar el trazado de esta carretera secundaria para construir la futura ronda de Llubí. «Preferimos que la gente haga tres kilómetros más y llegue a Muro vía Santa Margalida que desviar el tráfico por esta carretera estrecha, que en un futuro se convertirá en la ronda de Llubí», explicó Grimalt.

El alcalde de Llubí, Tomàs Campaner, por su parte, había solicitado al Consell que desviara provisionalmente el tráfico a Muro por esta carretera para evitar así el «embudo de vehículos» por las estrechas calles de este municipio del Pla. «Hace ya una semana que Llubí está imposible, pasan todo tipo de camiones, autobuses y vehículos y el centro está colapsado», explicó. Cabe recordar que la carretera Inca-Muro ha sido cortada para concluir las obras de reforma que se llevan a cabo.