La ronda de Llucmajor, ayer. Foto: M.A.CAÑELLAS

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La imagen de la Ronda del Migjorn de Llucmajor experimentó ayer un cambio de imagen radical. Si cada día circulaban por esta vía entre 22.000 y 24.000 vehículos, ayer el tráfico con la apertura de la variante se había reducido en torno a un 80 por ciento, según constataron a este diario los comerciantes de la zona. Precisamente este sector será el más afectado por la puesta en funcionamiento de la vía rápida, aunque el cambio no será para peor, según la opinión de muchos comerciantes. Lorena Galán, del Bar Pacos, declaró a Ultima Hora que la nueva carretera «no será perjudicial para el bar, mis clientes no son de paso. Habrá menos ruidos y estará más tranquila la zona. «No creo que influya mucho. Los clientes que quieren algo vienen expresamente aquí. Al contrario, habrá más tranquilidad y menos peligro», indicó Nicola Hieber, de la clínica Miracle Marketing.

Mientras tanto, el grupo conservacionista GOB se mostró ayer muy crítico con la obra del Govern. «La ejecución de este proyecto ha significado un elevadísimo impacto ambiental, territorial, social y paisajístico». Así, el GOB enumera una serie de «destrozos»: «La variante ha consumido un total de 470.000 metros cuadrados de suelo rústico. Ha afectado a una zona rural bien conservada. Ha destrozado paredes y edificaciones rústicas. Ha afectado a unas 200 edificaciones. Afecta a terrenos ocupados por vegetación natural y atraviesa una zona habitada por la tortuga mediterránea».

José Wirgard, titular de la Bodega Sa Vinya, también considera que será beneficioso. «Era horrible, demasiados coches. Algunos días llegué a contar 90 coches en un minuto. Aquí hay muchos negocios interesantes y la gente viene expresamente a comprar». No lo ve tan claro Jaume Rigó, propietario del restaurante Es Bocata. Ayer, ya notó menos clientela por la mañana. «Es un poco pronto para hablar, pero bueno no será». Desde la Ferretería Llompart, también opinaron que «no será beneficiosos para los comercios». Jacques Choukroun, titular de la tienda de ropa Chill.Out.Let, reclamó la actuación inmediata del Ajuntament para embellecer la zona, de tal forma que sea más atractiva para los clientes. El Consistorio, de hecho, proyecta la transformación de la ronda en un bulevar para la reactivación de comercio una vez abierta la ronda de circunvalación. El proyecto, aún no presentado y pendiente de un informe técnico, prevé ampliar las aceras de la actual ronda para hacerla más peatonal, así como aprovechar la amplitud de la vía para equiparla con un carril bici que conecte con las rutas cicloturísticas que recorren Sa Marina.