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Las calles Molins y Binicanella de Cala Millor se han convertido durante las dos últimas semanas en el centro neurálgico del tráfico de drogas y peleas entre jóvenes del núcleo. Este hecho ha aumentado notablemente la crispación de los vecinos y comerciantes de la zona que han iniciado una campaña de recogida de firmas reivindicando más vigilancia. En dichas calles peatonales se encuentran numerosos comercios y sobretodo cafeterías con terraza exterior. Los propietarios de estos establecimientos son los más preocupados y señalan que «ya hemos avisado a la Policía Local y a la Guardia Civil en varias ocasiones pero no nos aportaron ayuda».

Los afectados que también denuncian ciertas posturas amenazantes por parte de estos jóvenes conflictivos explican que «la mayoría de ellos son de nacionalidad sudamericana y trafican con droga sin esconderse, sus trapicheos son bien visibles». «Además, ahora también han empezado a pelearse entre ellos e incluso algunos llevan cuchillos y porras escondidos» puntualizaron varios comerciantes.

La impotencia de los vecinos es tal que mañana viernes tienen previsto registrar en el Ajuntament de Son Servera una instancia donde reclaman una solución urgente a su situación además de mayor vigilancia. Aparte continúan con la recogida de firmas a favor de su reivindicación. Los vecinos explicaron a este periódico que «nuestros hijos pequeños ya no pueden salir a la calle porque tienen miedo y nosotros mismos también nos sentimos en ocasiones coaccionados por las actitudes de los jóvenes que sospechan que les denunciamos a la policía y sus formas son, a veces, amenazantes». Además, vecinos y comerciantes recuerdan que «la última pelea grave fue el sábado por la mañana y la Policía Local se limitó a observar a los jóvenes y esperar a que acabaran. Mientras tanto ellos cogieron sillas de los bares para su pelea. Es intolerable y los clientes también se quejan».