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Toda la ciudad de Inca se vio ayer afectada por las retenciones de tráfico motivadas por las obras de soterramiento del paso a nivel del tren que, a partir de las 10,30 horas de la mañana de ayer, obligaron a cerrar al tráfico todo el recinto de la estación y el paso a nivel de Crist Rei. Algunos vecinos de la zona mostraron ayer su preocupación porque padecieron las primeras retenciones de tráfico que se alargarán durante unos seis meses aproximadamente. La entrada a la estación desde cualquier calle quedó cerrada al tráfico rodado, exceptuando a residentes, autobuses de línea y taxis. También quedó cortado al tráfico el paso a nivel tanto para coches como para peatones.

Entre los cambios de circulación que se llevaron a cabo, destacó el cierre del acceso al centro por la Plaza Oriente y la eliminación de aparcamientos en la calle Ramon Llull, que sorprendió a algunos usuarios. El mayor de la Policía Local de Inca, Baltasar Perelló, explicó ayer que «con la eliminación de aparcamientos, la calle Ramon Llull pasará a ser una vía rápida y, de momento, la Plaza Oriente quedará cerrada para evitar atascos en el centro». Tanto Perelló como el regidor de Policía, Joan Deus, comentaron que «la mañana se ha desarrollado según las previsiones y ahora los vecinos se tendrán que habituar a estos cambios».

Los principales atascos se produjeron durante las horas punta. Los puntos más conflictivos fueron las calles Ramon Llull y General Luque y Jaume Armengol con Bisbe Llompart. Los cortes de circulación fueron coordinados por ocho policías. Tanto el PSOE como el PSM criticaron ayer la «improvisación» y la falta de información ofrecida a los vecinos. Los socialistas criticaron la «falta de organización, ya que esta obra se realiza coincidiendo con el inicio de otras muchas como son los aparcamientos de la plaza Antoni Mateu». Por su parte, la portavoz del PSM, Xisca Vives, reclamó la creación de un paso alternativo para evitar «el importante caos generado con el cierre de calles».