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C. VENY
El derribo del antiguo convento de las religiosas franciscanas, ubicado en la calle Gómez Ulla de Capdepera, ha movilizado a los vecinos del municipio que han trasladado su protesta vecinal al Consell de Mallorca. Los residentes consideran que el inmueble conocido como ca Ses Monges impulsado por el que fuera vicario Gabriel Artigues el año 1.891 «ha formado parte de la historia de Capdepera y es un edificio conocido y querido por la gente del pueblo», explica el presidente de la Federación de Vecinos del municipio de Capdepera, a través de una carta dirigida al conseller Bartomeu Vicens. Exigen de «manera inmediata» la intervención del Consell como responsable de la preservación del patrimonio.

Cabe recordar que el equipo de gobierno del Ajuntament de Capdepera (PP-Es Grup) ha dado luz verde al proyecto de demolición del antiguo edificio religioso que fue vendido a una promotora. En el solar del inmueble se ha proyectado la construcción de un bloque que albergará más de una veintena de viviendas. Después de conocer la noticia de la próxima demolición del convento de Ca ses Monges, que fue denunciado la semana pasada por la regidora en la oposición de EU-EV, Maria Orts, la junta directiva de la federación de vecinos se reunió con carácter de urgencia. Representantes de vecinos de Cala Rajada, Es Faralló, Son Moll, Sa Pedruscada, es Carregador, Cala Gat, Capdepera y Cala Mesquida acordaron denunciar la demolición ante el organismo competente.

Los vecinos cargaron duramente contra la «pasividad» del responsable de Urbanismo del Ajuntament de Capdepera, Antoni Muntaner, por su «falta de dedicación a un área tan conflictiva, su falta de sensibilidad, por no decir desprecio y su baja productividad». La falta de una catálogo de bienes patrimoniales ha sido reprochada por la asociación de vecinos. «De haber dispuesto de un catálogo de edificios singulares, no se hubiera producido dicha situación».