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Tal y como estaba previsto, la ponencia política de la Comissió Insular d'Urbanisme suspendió ayer por unanimidad la aprobación definitiva del Plan General d'Ordenació Urbana (PGOU) de Inca. El Ajuntament d'Inca deberá así modificar el planeamiento y adaptarse a las prescripciones de la ponencia técnica sobre cerca de 40 deficiencias que se detectaron. Aparte de estas deficiencias, ayer se aprobó por unanimidad el informe de Patrimoni sobre el PGOU, que detecta nuevas deficiencias y hace hincapié en las «especiales» zonas verdes previstas en el plan para cumplir con el ratio. Muy significativa es la que hace referencia a que el huerto del Convent de Sant Bartomeu, donde están las monjas jerónimas en régimen de clausura, esté considerado como «espacio libre público». Los técnicos de Patrimoni «advierten» de la dificultad de disponer de este espacio público en un convento de clausura, aparte de las consecuencias para un conjunto patrimonial protegido.

El portavoz del PSM, Antonio Alorda, presentó un total de siete enmiendas a la suspensión, entre las que destacó la necesidad de la adaptación del PGOU al Plan Director Sectorial de Carreteras. En la comisión se constató por ejemplo que el PGOU no contempla la autovía Inca-Manacor. Entre las otras enmiendas, que fueron rechazadas por PP y UM, Alorda expuso que la intercambiabilidad de usos de los equipamientos es excesiva, sin justificarse la eliminación de docentes y culturales.

Sobre las prescripciones urbanísticas, las excesivas previsiones de crecimiento de suelo urbano, obligarán al equipo de gobierno a eliminar algunos de los sectores de crecimiento previstos en el planeamiento. En este sentido el representante municipal defendió ayer en la comisión la incorporación como suelo urbano consolidado de la urbanización de s'Ermita, para poder aumentar el porcentaje de crecimiento, pero su propuesta fue rechazada.