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PEDRO AGUILÓ MORA
Nada volverá a ser lo mismo en Llucmajor tras la apertura de la variante que a partir del mes de julio circundará su casco urbano. Con independencia de las ventajas e inconvenientes que reportará para el municipio la consecución de las obras de la nueva infraestructura viaria, el Ajuntament de Llucmajor hace meses que estudia que hacer con la Ronda de Migjorn después de que en los próximos meses quede liberada de los 20.000 vehículos que a diario transitan sobre su asfalto.

A tenor de lo anteriormente apuntado, del primer teniente de alcalde de Urbanisme del Consistorio llucmajorer, Joan Jaume, anunció a este rotativo que el Ajuntament está estudiando la viabilidad de ejecutar un plan de embellecimiento y transformación de la avenida, después de que el ingente tráfico rodado que ahora, día sí y día también, colapsa el vial más importante del pueblo se haya canalizado a través de la nueva variante.

Jaume reconoció que el estudio de viabilidad persigue determinar las posibilidades reales de convertir la Ronda de Migjorn en un bulevar comercial. «Aunque todavía no hay nada en firme», puntualizó a este diario el primer teniente de alcalde de Urbanisme, «la idea del Ajuntament es que la ronda de entrada al pueblo pase a ser la zona más comercial del núcleo urbano».