El rally se celebró con total normalidad. Foto: J.M. SASTRE

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El Rally Mitja Illa que se celebró ayer en diversos puntos de la Isla pasó con relativa normalidad por la zona de Cas Perets de ses Salines ya que los residentes no boicotearon la carrera tal y como habían amenazado días atrás. Los integrantes de la Asociación de Vecinos de Cas Perets, zona rústica de ses Salines, expresaron su malestar a través de pancartas que esgrimían el lema «Rally No».

Sin embargo ahora parece que las consecuencias de esta carrera llegan al pacto de gobierno. El alcalde de ses Salines, Sebastià Vidal, manifestó ayer: «Me gustaría que preguntarais al regidor de Deportes (Joan Salvà de UM quien siguió y filmó la carrera) qué opina derally, preguntádselo porque la verdad es que yo estoy bastante enfadado», dijo el alcalde en referencia al posicionamiento de su socio de UM, el teniente de alcalde, Antoni Caldentey, a favor de los vecinos de Cas Perets. Vidal añadió en la misma línea que «es muy fácil ponerse del lado de la gran masa».

Antoni Caldentey contestó que «yo sólo di mi opinión y sigo pensando lo mismo. Las formas de cómo se organizó erally no fueron las adecuadas, nosotros nos enteramos el miércoles pasado y yo opiné. En todo caso, esto no afectará a las relaciones entre el PP y nosotros».

División política a parte, quedó demostrado que la carta remitida por los vecinos al alcalde y a la Conselleria d'Interior no surgió efecto y la prueba se celebró. En la misiva, la asociación de vecinos expresaba su malestar por la celebración de esta carrera, por la falta de información recibida y por las molestias que potencialmente ocasionó la prueba a los pastores y residentes en la zona.