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Las obras de la variante sur de Inca, un tramo de 5,5 kilómetros que supondrá la prolongación de la actual autopista entre Palma e Inca, avanzan según los plazos previstos. Fuentes de la Conselleria d'Obres Públiques del Govern han confirmado que estarán listas entre los meses de agosto y septiembre de este año si no surgen imprevistos. En la zona de obras se observa una gran actividad, especialmente en la construcción de los enlaces que tendrá la variante con el casco urbano de Inca (la primera entrada a Inca, el hospital comarcal y la futura autovía a sa Pobla) y de los pasos a diferente nivel con la carretera de Sencelles, la línea del tren y la carretera de Llubí. También han comenzado los primeros trabajos de asfaltado del nuevo trazado.

Las obras de la variante, que comenzaron en el mes de febrero de 2004, tienen un presupuesto que alcanza casi los 25 millones de euros y son ejecutadas por la UTE integrada por FCC, Llabrés Feliu y Coexa. Su construcción permitirá suprimir la actual travesía urbana de Inca y con ello, sacar del casco urbano entre 25.000 y 30.000 vehículos, que lo atraviesan diariamente en dirección a Alcúdia o a Palma. De esta forma, las obras de la variante de Inca estarán listas aproximadamente medio año antes que las de la autovía a sa Pobla, que también avanzan según los plazos previstos y estarán acabadas en los primeros meses de 2006.

La variante sur y la autovía a sa Pobla se enlazarán en una rotonda elevada de grandes dimensiones que se está construyendo en Son Fuster, en el mismo municipio de Inca, uno de los puntos más polémicos del proyecto, por otra parte, el más controvertido de los que ejecuta actualmente el Govern, pues se encuentra junto al Puig de Santa Magdalena, declarado Àrea Natural de Especial Interés (ANEI). La autovía a sa Pobla tendrá desde esta rotonda elevada de Son Fuster una longitud de 10,7 kilómetros y costará alrededor de 49 millones. Según numerosas denuncias presentadas, el trazado afecta a zonas de interés natural y cultural a preservar.