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Los políticos y vecinos propusieron más de cincuenta mejoras en el segundo debate sobre el estado del pueblo celebrado en Binissalem y que estuvo marcado por la polémica. Antes de iniciar su intervención, el edil de los Independents de Binissalem, Per Pol, abandonó el pleno enfadado y criticando que «quedamos que se haría publicidad casa por casa y nosotros estábamos dispuestos a pagarla y, al final, solamente se han repartido cuatro fotocopias en la calle».

Entre las propuestas de los políticos, destacó la puesta en marcha de la recogida selectiva a domicilio y la ampliación del servicio de Policía Local durante 24 horas. Asimismo, se propuso una partida presupuestaria para la creación de un espacio lúdico deportivo en la zona del Rasquell y la mejora de la red de agua potable.

El alcalde Miquel Nadal (PSOE) hizo un balance de la labor realizada para el equipo de gobierno a lo largo del 2004, destacando el traslado de la guardería municipal a un nuevo edificio, el inicio de las obras de las viviendas sociales en el Rasquell, el preconvenio para trasladar Buades al polígono y el inicio de las obras del instituto de secundaria, entre otros.

Tampoco faltó la autocrítica y el alcalde reconoció que las obras del Passeig del Born no han quedado bien y la necesidad de reforzar la limpieza.

La portavoz del PSM, Antonina Ferrà, destacó la necesidad de comprar un solar para construir una guardería de nueva planta. Por otra parte, puso de manifiesto que «el convenio de Buades deja muchas cosas en el aire y eso nos hace sospechar que el proceso no es transparente».

Por su parte, el edil del PP, Jeroni Salom, criticó que «el PSOE tiene costumbre de alquilar edificios y eso tiene un coste muy importante».