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C.V. / A.B.
Los argumentos y promesas lanzados por la dirección de Majorica no convencieron. Ayer, todos los centros de trabajo de las fábricas de Majorica en Manacor secundaron la segunda jornada de huelga indefinida que el pasado miércoles se inició espontáneamente por un grupo de perleras de la fábrica y que derivó en una rebelión colectiva contra los reiterados incumplimientos de los empresarios. Los 70 trabajadores de joyas y los casi 40 de tienda, se sumaron ayer a la movilización de los 120 empleados de perlas por motivos de «solidaridad» pero, sobre todo, para exigir a los empresarios que «den la cara de una vez por todas».

El ambiente de indefensión y crispación se trasmitió durante la pasada jornada a todos los centros que una vez más, reclamaron la intervención «urgente» del Govern. «El Ejecutivo es el único que nos puede ayudar en estos momentos» e instaron a la Fiscalía a que «inicie acciones legales contra Majorica», manifiestan Francisca Canovas y Biel Bosch, miembros del comité.

Pese a la crispación que se volvió a vivir ayer, la dirección alargó su mutismo. Sólo se limitó a enviar un escrito en el que se hacía un llamamiento a la «serenidad» y a la «prudencia». La dirección promete que «en solo unos días se hará efectivo documento bancario por importe de la ampliación». El cobro de la nómina de noviembre no ha servido para calmar los ánimos, puesto que exigen la ampliación de capital.