El funeral se celebró en la parroquia de Algaida, su pueblo
natal, y la misa concelebrada fue oficiada por el párroco de la
localidad, Joan Rosselló. La gran multitud de vecinos y amigos que
acudieron al lugar hicieron que la misa funeral diese comienzo una
hora más tarde de lo previsto y que se formasen previamente grandes
colas en las entradas al templo para dar el pésame. Bartomeu Antich
era un hombre muy conocido en su pueblo, sobre todo en el ámbito
deportivo. Emigró a Caracas y allí se convirtió en campeón de
fútbol en la liga de primera división de Venezuela. En Mallorca
jugó con el Algaida y con el Montuïri. El fútbol era su gran
pasión.
En la iglesia parroquial de Algaida, junto a vecinos y amigos,
se encontraron cientos de personas de diferentes ámbitos de la
sociedad mallorquina, así como las máximas autoridades de las
Islas, entre ellas el presidente del Govern, Jaume Matas,
acompañado de miembros de su Ejecutivo; el presidente del
Parlament, Pere Rotger, y el vicepresidente del Consell, Miquel
Nadal. También fue muy numerosa la presencia de representantes de
partidos políticos, especialmente del PSOE. Dirigentes socialistas,
concejales de todos los pueblos y militantes de base quisieron
expresar su condolencia a su secretario general.
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