Tal día como hoy del año 1904, en una casa de Vilafranca, nacía
Magdalena Nicolau Roig que con el tiempo recibiría el apodo de
«madò Not». Desde entonces han pasado cien años durante los cuales
Magdalena ha crecido y ha visto crecer su pueblo de Vilafranca que
en 1904 tenía 1.269 habitantes y sólo 272 casas.
Ayer, un día antes de cumplir cien años, «madò Not» celebró su
aniversario más especial y de la manera más sonada. A las 10,45
horas en el exterior de la casa de la calle Monsenyor Damià Nicolau
donde ha vivido «madò Not» a lo largo de su vida, los xeremiers de
Vilafranca y un grupo de vecinos esperaban a que saliera la
protagonista de la fiesta.
El alcalde, Jaume Sansó, acompañado del rector, Jaume Alemany,
presidieron la comitiva junto con amigos y familiares, sus tres
hijos, hasta la iglesia donde se celebró una misa en homenaje a la
abuela de la Vila. Al llegar, los vecinos irrumpieron con aplausos
mientras la centenaria repetía «quina festada, quina festada».
Entidades y asociaciones, así como el Ajuntament le entregaron
obsequios.
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