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El Pleno del Ajuntament de Pollença aprobó ayer las Cuentas municipales de 2004, que ascienden a 16.500.000 euros.

El equipo de gobierno (PP-UMP/ UM-UNPI) logró por fin sacar adelante los presupuestos municipales bloqueados desde el pasado julio, mes en el que se aprobaron inicialmente y pocos días después eran recurridos por los socialistas y por el personal municipal, este último en desacuerdo con la plantilla.

El hecho de que los presupuestos no se hubieran aprobado de forma definitiva hasta ahora imposibilitaba la contratación de obras importantes para el municipio como son la sustitución de la tubería general del Moll o la construcción de la nueva oficina turística.

En este último caso, la falta de unas cuentas municipales en vigor ha podido empujar al equipo de gobierno a cometer una presunta «irregularidad», según han denunciado desde la oposición (PSOE, PSM) y es que desde hace aproximadamente un mes, momento en que se extinguió el contrato de alquiler de la oficina turística del Moll, el personal municipal sigue ocupando la oficina sin contrato, gracias a un acuerdo alcanzado con la asociación de vecinos del Moll, que es la que paga el alquiler.

La situación recuerda mucho a la vivida durante la legislatura pasada cuando siendo edil el socialista Pere Capó, el personal municipal ya ocupaba la oficina sin pagar el alquiler que corría a cuenta de una fundación sin presupuesto vigente.

Esta situación se mantendrá ahora hasta que se construya la nueva oficina turística en la primera línea cuyas obras podrán ahora, con la cuentas municipales ya en la mano, ser adjudicadas.

La nueva oficina turística se construirá en el Moll junto a la parada de los taxis y está subvencionada por el Consell.

Por otra parte, en el pleno de ayer también se formalizó la renuncia de la concejala socialista, Margalida Cerdà, por «motivos personales».