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La vigilancia en el «punt verd» de Sencelles por parte de un operario ha permitido reducir en un 200 por cien el coste económico que supone este servicio para el Ajuntament. Según ha confirmado el regidor de mantenimiento, Guillem Llabrés (PP), «en apenas dos meses, desde que este trabajador se encarga de controlar la entrada de vertidos en el punt verd, hemos pasado de retirar cuatro contenedores por semana, a un sólo contenedor, con el consecuente ahorro que ello supone». Además, insiste Llabrés, «antes los contenedores iban cargados de neumáticos, colchones, lavadoras, voluminosos de todo tipo, sin ningún tipo de control y ahora hemos conseguido que los hierros vayan separados de los voluminosos para un mejor reciclaje».

La vigilancia en este punto de Sencelles se inició el pasado 15 de julio, después de que el Ajuntament firmara un convenio con el Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB), a través del cual la administración local dispone de un operario durante siete meses y medio para realizar la labor de vigilancia en el «punt verd».

Con la incorporación de este empleado y según confirma Llabrés «se ha resuelto uno de los problemas más graves que teníamos en Sencelles, ya que esta zona se había convertido en un auténtico vertedero de basuras. Ahora el punto no sólo está vigilado, sino que además está en mejores condiciones de limpieza». De hecho, en la entrada del centro de recogida selectiva se ha colgado un panel informativo donde se especifica claramente que el vertido incontrolado de residuos puede alcanzar multas de hasta 3.000 euros.