TW
0

J.F.M
La ex alcaldesa de Calvià, Margarita Nájera, certificó en un documento enviado a un juez una información que no era cierta para evitar que embargaran el sueldo a un asesor de confianza, que debía dinero a su ex mujer. Nájera firmó un documento oficial en el que afirma que este técnico, Alfonso Rodríguez Sánchez, no trabajaba en el Ajuntamiento. Los contratos demuestran lo contrario, ya que en la fecha que se firmó el documento, Rodríguez trabajaba como técnico en la oficina «Vivir en Calvià», percibiendo en un sueldo de casi 1900 euros. El requerimiento del Juzgado de Primera Instancia número 3 llegó al Ajuntament en enero de 2002. El juez ordenaba que se retuviera parte del sueldo de Alfonso Rodríguez, para pagar la pensión de su ex mujer.

Días después el Ajuntament contestó al juzgado. En un escrito oficial, firmado por Nájera, se afirma que no existe «constancia oficial» que Rodríguez trabajara en el Consistorio. El dato no era cierto, ya que se han encontrado contratos que demuestran la relación laboral entre el asesor y el Ajuntament. El Consistorio envió después un segundo documento al juzgado, y en él sí se reconoce la relación con Rodríguez. Esta rectificación se produjo una vez que el Juzgado de Instrucción número 9 de Palma ya había abierto un procedimiento penal contra el asesor por no pagar la pensión, tras una denuncia de su ex esposa. Antes incluso de enviar el segundo oficio firmado por Nájera, se llamó por teléfono al juzgado de primera instancia para comunicar que se iba a embargar parte del sueldo del asesor urbanístico. Este documento firmado por Nájera se especifica el sueldo y la fecha que vence el contrato, que después fue renovado varias veces. De hecho, este asesor llegó a firmar hasta siete contratados de asistencia técnica con el Ajuntament. Sin embargo, ninguno indica el tipo de titulación que tenía para poder justificar que trabajara como asesor en cuestiones urbanísticas.

Después de que el PSOE perdiera la alcaldía, el citado asesor montó, junto a su actual pareja y a la hermana de ella, la Asociación de Consumidores y Usuarios de Calvià. Desde esta asociación, que teóricamente debe preocuparse por temas de consumo, se está realizando una fuerte oposición al equipo de Gobierno, según señalaron fuentes municipales. Cada semana envía escritos al Ajuntament en los que, por ejemplo, se interesa por conocer los nombres de los nuevos asesores y sus sueldos.