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Fieles a la tradición, los Cossiers lucieron ayer sus indumentarias tradicionales para mostrar a los múltiples alaroners y visitantes su baile ancestral con motivo de la festividad de San Roc. A diferencia de otros años, fueron muchos los que a partir de la once de la mañana se concentraron en la Plaza Major del pueblo para seguir por las calles a los Cossiers por las principales calles del municipio de Alaró.

El baile de los Cossiers -formado por seis danzarines, la dama (que es un hombre vestido de mujer) y el demonio- se recuperó hace doce años en el municipio y conserva los pasos, la indumentaria y la música de hace cuatro cientos años. Según explicó uno de los componentes, la danza de los Cossiers se bailaba en el municipio ya hace unos 400 años y se recuperó ahora hace doce años por Xisco Vallcaneras, uno de los principales impulsores en la recuperación de esta tradición que representa la lucha entre el bien y el mal, después de que se abandonara durante la postguerra.

Coma marca la tradición, una de las paradas obligatorias fue la casa del alcalde de Alaró, Miquel Deyà, que recibió a los danzarines con refrescos para combatir las altas temperaturas del mediodía. Después, se dirigieron hasta la calle Alexandre Rosselló donde los Cossiers empezaron las corregudes de joies. El recorrido de este año se centró en las calles del centro del municipio como Xalet, Petit, Pintat, Barbut o de Can Cladera, entre otras, donde los seis Cossiers se fueron parando y bailando.