Hoy finaliza la última prórroga dada por el Ajuntament para la
adquisición de sepulturas, sin que existan en este momento
garantías de que finalmente se ampliará el cementerio. Hace más de
un año que las obras deberían haber comenzado pero apenas se han
vendido un 40 por ciento de los nichos, por lo que el Ajuntament no
ha recaudado fondos suficientes para iniciar esta obra.
Hoy, día en el que termina el último plazo de compras, está
prevista una reunión de los responsables municipales con la
interventora municipal en la que decidirán si el Ajuntament tiene
capacidad económica suficiente para asumir la diferencia de coste y
adelantar el dinero o si por el contrario optan por anular el
procedimiento de esta obra, devolver el dinero a los compradores y
plantear de nuevo la ampliación del cementerio con un proceso
diferente de contratación.
La nueva fórmula pasaría por convocar un concurso público de
modo que la empresa constructora sea la que asuma el coste de la
obra y posteriormente recaude este dinero a través de la venta de
las sepulturas. «Es un convenio que ya se ha hecho en otros
municipios», explicó el regidor de Obras, Joan Ferragut. La
ampliación del cementerio de la Vila debía financiarse íntegramente
con la venta de las propias tumbas, según las previsiones del
Ajuntament.
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