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Los grupos de la oposición en el Ajuntament de Muro (UM, PSOE y PSM) mostraron el pasado martes su indignación por la decisión del alcalde, Miquel Ramis (CDM), de suspender el pleno ordinario antes de finalizar los puntos incluidos en el orden del día. Ramis decidió poner fin a la sesión plenaria tras mostrar su malestar por la presentación del PSOE de dos mociones de urgencia. El alcalde insistió «en que en los últimos plenos, la oposición aprovecha su mayoría (siete regidores) frente a los seis ediles del equipo de gobierno, para presentar mociones de urgencia y aprobarlas, en lugar de hacerlo por escrito dentro de los plazos previstos e incluirlas en el orden del día».

Tras aprobar la primera moción de urgencia propuesta por el PSOE, que contó con la oposición del equipo de gobierno (CDM-PP) en la que solicitaba la creación de una comisión de trabajo que establezca las bases para la concesión del suministro de agua en la Platja de Muro ya que para los socialistas la actual empresa concesionaria «carece de contrato administrativa», y antes de pasar a la aprobación de una segunda moción, el alcalde se levantó y decidió poner punto y final al pleno.

Esta decisión provocó el malestar de los grupos de la oposición, que acusaron al alcalde de «abandonar el pleno». El portavoz del PSOE, Pere Amengual, anunció que convocarán un pleno extraordinario para la próxima semana en la que incluirá la moción pendiente, así como el punto de ruegos y preguntas que no llegó a tratarse. El resto de grupos (PSM y UM) adelantó que apoyarán la convocatoria de pleno.