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Las demostraciones de trabajos en piedra viva y una extensa variedad de objetos fabricados con esta materia prima protagonizaron la primera edición de la Fira de la Pedra i l'Artesanía de Binissalem, que se celebró en la plaza de la Iglesia y que atrajo a miles de personas, que no quisieron perderse una de las actividades más tradicionales de este término municipal.

Organizada por la Agrupació Fira de Maig, formada por 25 empresas locales de este sector, la Plaça de l'Església acogió a 19 expositores del sector de la piedra entre colocadores, canteras, marmolerías, todos de Binissalem y junto a ellos estuvieron presentes 21 artesanos locales y foráneos, procedentes de los pueblos colindantes como Lloseta o Alaró. Según explicó Antoni Pons, miembro de la Agrupació, con esta iniciativa «hemos pretendido que la gente conozca el proceso que lleva esta actividad, desde que la piedra se saca de la cantera hasta que termina colocada en un marge o se transforma en un escalera, una fuente de jardín o en un murter».

Mucha expectación despertaron las demostraciones de trabajos en piedra viva que realizaron los alumnos del programa de garantía social de picador de pedra. La gastronomía local tuvo también su hueco en esta concurrida feria que sirvió para promocionar uno de los platos más tradicionales de Binissalem, los «fideus amb conill», que se sirvieron en todos los restaurantes del municipio. La Fira de Binissalem tuvo también su carácter reivindicativo. Algunos empresarios del sector de la piedra portaron pegatinas a favor de la piedra de Binissalem y contra la procedente de Alicante.