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E.B./C.M./J.M.
La baja ocupación hotelera en los distintos destinos turísticos de Mallorca está comenzando a enquistarse por lo que crece la preocupación entre los empresarios del sector y también entre los trabajadores que han visto suspendidos sus contratos o se han visto obligados a coger vacaciones tras la Semana Santa. Esta es la séptima semana consecutiva en la que las ventas están por debajo de las de las mismas fechas de 2003, un dato alarmante, más teniendo en cuenta las buenas previsiones que anunciaban los expertos para la primavera-verano de 2004. Hoteles que habitualmente abren sus puertas el día 1 de mayo no tienen previsto abrir hasta el próximo día 20 y otros lanzan ofertas de última hora y siguen con pérdidas.

«Continúa la preocupación en el sector por la baja ocupación, ni siquiera las ofertas terminan de funcionar,», indicaron fuentes de la agrupación hotelera de Alcúdia. En Pollença, confirmaron que «las reservas están llegando muy poco a poco». En Can Picafort, sigue el pesimismo si bien no se descarta una punta de contrataciones para la última semana de mayo o principios de junio coincidiendo con las vacaciones escolares en países como Alemania. En Muro también muestran su preocupación por las cifras. La ocupación rondaría según los primeros datos un 60 por cien en el mes de mayo, lo que significa al menos un 5 por ciento menos que en las mismas fechas el año pasado.

El alcalde de Muro Miquel Ramis, propietario de Grupotel, confirmó que «las ventas continúan por séptima semana consecutiva más bajas que el año pasado». Mientras tanto, aumenta también la preocupación entre los sindicatos de trabajadores. Antonio Copete, secretario de la federación de hostelería de UGT indicó que «estamos muy preocupados porque son muchos los hoteles que abrieron durante la Semana Santa y que después han vuelto a cerrar. Hay una gran incertidumbre en el sector y las buenas previsiones nosotros no las vemos por ningún lado». Copete explicó que «muchos trabajadores han tenido que coger las vacaciones porque no podían suspenderles el contrato y en algunos casos se han suspendido directamente, principalmente en las zonas de Manacor, Felanitx y Playa de Palma y sólo se ha notado que el mercado alemán comienza a recuperarse en Calvià, en Peguera pero la situación es preocupante».