El mal estado de conservación de la carretera del Coll de Sóller ha
provocado en los últimos meses una serie de accidentes de
importancia entre los ciclistas. Muchos ciclistas emplean esta
carretera para sus entrenamientos y también constituye una ruta
turística de gran importancia para los muchos visitantes que a
diario se desplazan hasta la ciudad sollerica para disfrutar del
bello y hermoso paisaje.
Aunque esta carretera ya no se utilice tanto por el túnel, sigue
siendo un importante acceso al municipio. De hecho, numerosos
vecinos se han puesto en contacto con este diario para denunciar el
mal estado de la carretera y solicitar al Consell que la
arregle.
Sin embargo, parece que los responsables de la red viaria de la
Isla se han olvidado de esta vía, puesto que presenta un estado
deplorable. El firme está muy deteriorado con grandes baches, las
paredes de piedra están desapareciendo y las vallas quitamiedos
casi ya no existen. El mayor peligro reside en las curvas donde los
agujeros constituyen un peligro para las bicicletas y raro es el
día que no hay una caída.
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