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La Policía Local, a instancias del alcalde Pere Rotger, procedió a mediodía de ayer a cerrar con barreras el acceso al puente elevado para viandantes situado sobre las vías del tren a pocos metros del colegio público Ponent. Rotger explicó ayer que solicitó el precinto después de que Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) le informara ayer mismo de que, según un estudio técnico, la estructura de este puente corre peligro. El informe técnico se comenzó a elaborar después de las denuncias sobre el lamentable estado del puente realizadas por la asociación de padres de alumnos del colegio público Ponent, que ven cómo sus hijos atraviesan cada día el puente para ir a clase. A raíz de las denuncias, el gerente de SFM, Rafel Pons, visitó el puente y dijo que aparte de mejorar el estado del pavimento defectuoso y las barandillas oxidadas, se haría este informe para comprobar que la estructura no se hubiera visto afectada por un evidente proceso de corrosión.

Casi dos meses después de esta visita, Rotger explicó ayer que el informe hecho por SFM apunta a que la estructura está afectada y que eso implica su cierre definitivo y sustitución del puente para viandantes. El alcalde aseguró que ayer mismo había hablado con la consellera de Obres Públiques, Habitatge i Transports, Mabel Cabrer, para poner en marcha el procedimiento. Será el Ajuntament quien se encargará de retirar el actual puente y hacer el proyecto y la adjudicación de las obras de un nuevo puente, aunque será SFM el que asumirá el coste, según explicó el alcalde. El paso elevado para peatones sobre las vías del tren lo construyó el propio Ajuntament d'Inca en 1986. A unos 500 metros del paso a nivel que está junto a la estación, permite el paso a los viandantes desde la carretera de Lloseta hacia la creciente barriada de Crist Rei, el colegio público Ponent y la escuela infantil municipal Toninaina de forma que es muy utilizado a diario principalmente por los escolares.