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La disciplina urbanística, sobre todo en el casco urbano ya consolidado, se impone en el Ajuntament de Manacor. Desde el pasado mes de junio, fecha en que tras de las elecciones municipales el PP entró a gobernar el Consistorio manacorí, se ha reactivado el control sobre las licencias de obras en todo el municipio. Desde que el actual alcalde Antoni Pastor se encuentra al frente del departamento de Urbanisme, los servicios técnicos han abierto más de 130 expedientes de infracción urbanística, que afectan tanto a suelo rústico como urbano, siendo el primer grupo, las infracciones más detectadas.

Estos 132 expedientes de infracción urbanística que han pasado por comisión de Gobierno en el Ajuntament de Manacor, se enmarcan dentro de un contexto donde el departamento de Urbanismo ha tramitado y se han concedido un total de 430 licencias de obra para construir viviendas tanto en suelo rústico como en suelo urbano. No obstante, según fuentes municipales, la mayoría de los 132 expedientes de infracción urbanística no revisten un carácter «grave» y en ninguno de los casos se ha tenido que abrir un expediente de demolición para suprimir el exceso de volumen.

Una de las más destacadas licencias de obra que ha concedido el Ajuntament de Manacor es el permiso para construir una residencia geriátrica en Porto Cristo de iniciativa totalmente privada y cuyo proyecto se estructura a partir de un conjunto de apartamentos. Las grandes urbanizaciones que se han consolidado más recientemente en la costa manacorina, como es el caso de las macrourbanizaciones de Cala Anguila y de la zona costera de Cala Magrana, ya contaban con la licencia de obra concedida durante la pasada legislatura.