Los atascos desde la carretera de Manacor se originan principalmente al mediodía. Foto: LUIS PLANAS

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La llegada a Inca desde la carretera PM-324, que une la ciudad con la de Manacor y varios municipios de es Pla, se convierte a diario en un cuello de botella para centenares de vehículos que se ven inmersos en grandes atascos. El caos en la rotonda provoca colas de hasta dos kilómetros. Los principales problemas se presentan alrededor del mediodía y a última hora de la tarde. Todo el tráfico que llega desde Manacor, con un importante volumen de vehículos turísticos y de transporte, queda parado a su llegada a Inca, justo en la rotonda, donde confluyen la salida desde el casco urbano por la Gran Via Colon y la carretera entre Palma y Alcúdia. Esta última vía, que esta desdoblada en este tramo y tiene preferencia sobre el resto, es la que tiene más tráfico e impide el acceso rápido de los vehículos que llegan de Manacor.

La pasada semana, agentes de la Guardia Civil que intentaban aligerar uno de los atascos originados al mediodía explicaron que «con la actual rotonda, los problemas son inevitables porque la carretera Palma-Alcúdia tiene preferencia, soporta un tráfico muy importante, y los vehículos de las otras vías han de ir entrando muy poco a poco». Esta situación pone una vez más en evidencia la necesidad urgente de la construcción de la vía de ronda sur en Inca para acabar con los problemas que origina el paso de un gran número de vehículos por el tramo de la carretera entre Palma y Alcúdia que atraviesa Inca.

Con la construcción en los alrededores de esta zona del futuro hospital comarcal del Raiguer y del tercer polígono industrial, esta infraestructura se hará imprescindible. Por parte del Ajuntament d'Inca, el concejal de Policía, Joan Deus, ha manifestado sobre esta situación que «cuando el Consell de Mallorca decidió desdoblar el tramo cuando se acaba la autopista de Palma, ya avisamos que se crearían problemas de tráfico porque, sin ronda de circunvalación, su preferencia hace que el resto de carreteras y salidas desde el casco urbano se colapsen habitualmente, de forma que esta situación también empeora el tráfico dentro de la ciudad».