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ENRIC ELOSÚA
El dueño de la finca de Cas Biscaí, en s'Albufera, en el municipio sa Pobla, acusado de un delito ecológico con el agravante de afectar un espacio protegido por verter escombros para desecar el terreno, declaró ayer en la Audiencia de Palma que su intención «era mejorar la imagen de la zona».

El propietario indicó que se vertió tierra proveniente de una obra en el Port de Pollença para tapar los escombros que se encontraban en su finca, situada al borde de s'Albufera, con la única intención de mejorar la vista del lugar. «No pretendía dar ningún uso a esa parcela, es cierto que quería plantar olivos pero no allí. No sabía que se tratara de una zona ANEI, ya estaba llena de escombros antes de que echáramos la tierra de unos de unos cuatro o cinco camiones y no ocupó la zona húmeda», comentó el acusado. A la pregunta del fiscal de si ordenó tapar la acequia principal del lugar, el acusado dijo: «La finca me costó unos doce millones de pesetas y he invertido cinco más para limpiar las acequias, de haberlo ordenado yo sería el mayor perjudicado».

El fiscal de Medio Ambiente, Adrián Salazar, solicita cinco años de prisión y una indemnización de 30.000 euros. Los hechos se remontan al año 1997 en la finca de Cas Biscaí, donde según el escrito de acusación el denunciado vertió escombros en una superficie de 2.025 metros cuadrados. El terreno es un Àrea Natural de Especial Interés (ANEI) y una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).