Un vecino muestra cómo se ha desplomado parte del acantilado sobre la playa. Foto: M.F.

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Una pequeña playa ubicada cerca de la urbanización San Pedro en la Colònia de Sant Pere de Artà se encuentra casi enterrada por piedras de gran dimensión a causa de un desplome que sufrió el acantilado en la noche del 23 al 24 de febrero. Los vecinos de la zona se muestran muy preocupados ante esta inesperada respuesta de la Naturaleza que «hubiera podido ser más grave, ya que si el derrumbe se produce durante el día o en verano, alguien hubiera podido salir herido o en el peor de los casos fallecido debajo de estas enormes piedras», explica Jaume Rosselló, en representación del colectivo vecinal que reside en la urbanización San Pedro.

Por otra parte, el Ajuntament d'Artà ha tramitado una solicitud de ayuda al Govern de les Illes Balears para recibir colaboración en la reparación de numerosos desperfectos ocasionados por las abundantes y reiteradas lluvias que se produjeron hace dos semanas. «Aunque no se han lamentado desperfectos que pusieran en peligro la integridad de las personas, los daños producidos por tantas precipitaciones son importantes», defiende el Ajuntament.

Cuando se edificó la urbanización, hace unos 25 años, los vecinos construyeron un muro de contención con piezas de marés debajo del acantilado para evitar que éste pudiera desplomarse. No obstante, con el tiempo, este muro se fue deteriorando cada vez más, siendo en el temporal del 11 de noviembre pasado cuando su estado se agravó. El acantilado no ha podido aguantar las últimas tormentas y se derrumbó, lo que además ha provocado una grave grieta en el paseo construido en primera línea y que conduce a la pequeña cala.

Rosselló ha informado que «en varias ocasiones nos hemos dirigido a Demarcación de Costas para advertir del peligro que suponía este acantilado pero nunca nos hicieron caso. Además, tampoco podemos llevar a cabo ninguna actuación por nuestra cuenta porque después nos encontramos con una sanción que procede de Costas y es que este organismo, ni come di deja comer».

El colectivo se dirigió al Ajuntament d'Artà para denunciar lo ocurrido. Éste, a su vez, tomó fotografías y ha realizado un informe para trasladar al Ministerio de Medio Ambiente con el fin de que se pueda recuperar esta cala.