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Los militantes del PP que han decidido abandonar estas siglas alegan como argumento la actitud del Comité Electoral Regional «de no querer contestar al recurso» que planteó este grupo de afiliados cuando desde Palma se impuso a Carlos Simarro como candidato a la Alcaldía en las próximas elecciones de mayo. El comité local había propuesto a Bartomeu Pomar como candidato «de consenso» porque había dos aspirantes (Simarro y Mariano Morell) que no renunciaban a liderar al PP. Finalmente, Morell renunció y la ejecutiva insular presentó a Simarro.

Los dirigentes sollerics que apostaron por Pomar también recurrieron al presidente de Derechos y Garantías del PP estatal pero tampoco han obtenido un resultado satisfactorio para sus intereses, por lo que se han sentido «apartados moral e ideológicamente».

Finalmente, los componentes del grupo díscolo han decidido abandonar el partido: «Darnos de baja hoy mismo (por ayer)», según explicaron anoche en una rueda de prensa. «Esta decisión se tomó por unanimidad al contar con un centenar de afiliados al partido dándonos todo su apoyo y hacernos presión para desarrollar nuestro proyecto por nuestra cuenta», afirmaron.

Entre los disidentes figuran los ex concejales Bartomeu Pomar y Magdalena Llabrés. Pese a sus discrepancias, el pasado mes de diciembre afirmaban que no tenían la intención de abandonar el PP.

Pomar y sus colaboradores más estrechos anunciaron anoche la creación de un nuevo partido, Unió Sollerica, que tendrá como objetivo «trabajar para conseguir las más altas cotas de bienestar para los sollerics». Su programa se basará en la «independencia ideológica, el centrismo y el diálogo».

En su opinión, Sóller necesita más inversiones en infraestructuras.

El ex dirigente popular Tomàs Plomer aseguró que el nuevo grupo político, que se presentará a las elecciones de mayo, «no se crea para hacer daño al PP. Es una opción más de derechas, con tendencias centristas».