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Las viviendas vacacionales dadas de alta en la Conselleria de Turisme del Govern balear antes de día 31 de diciembre de 1992 podrán obtener licencia de apertura municipal. Esta noticia ha sido confirmada por el concejal de Urbanismo de Pollença, Joan Cerdà, después de que saliera a la luz pública una reciente sentencia que da la razón al propietario de una vivienda vacacional de Pollença que fue denunciado por un vecino por carecer de permisos.

El Ajuntament de Pollença se basará ahora en este argumento para conceder licencia a aproximadamente 200 de las 1.500 viviendas vacacionales que se estima que hay en el municipio. En definitiva, se trata de las primeras viviendas que funcionaban en Pollença, si bien el concejal de Urbanismo asegura que ahora se estudia «cómo salvar al resto para que puedan obtener licencia de apertura».

«La sentencia», explica Cerdà, «se basa en la ley de acompañamiento de los presupuestos del año 97 que decía que todas las viviendas dadas de alta en la Conselleria de Turisme con cinco años de antigüedad estaban exentas de cumplir determinados requisitos para obtener licencia».

El problema con el que se encuentra el Ajuntament a la hora de conceder los permisos es que estos establecimientos están ubicados en suelo rústico, por lo que no pueden conceder licencia de actividades sin un previo interés general. Además, muchas de las viviendas tienen infracciones urbanísticas leves.

La legalización de las viviendas vacacionales de Pollença es un tema pendiente desde finales de la pasada legislatura. La aprobación de la Ley General de Turisme por parte del anterior gobierno autonómico dejó al margen de la ley a este tipo de establecimientos, que se alquilan durante los meses de temporada a través de agencias turísticas.