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El Ajuntament d'Inca se ha visto obligado a retirar las bandas rugosas que había colocado en la carretera de Artà, frente al cuartel de la Policía Local, atendiendo así a una orden del Consell de Mallorca. Tras la reforma circulatoria puesta en marcha hace más de un año, la policía había detectado un exceso de velocidad de los coches que transitaban en esta vía, un hecho que ha estado a punto de provocar dos atropellos en un paso de cebra próximo. Así las cosas, según explicó el concejal de Policía, Joan Deus, «se acordó emprender una actuación urgente aunque se sabía que no era una competencia municipal».

La intervención del Ajuntament no ha sentado bien al titular de la carretera, por lo que desde el Consell Insular se ha ordenado la retirada de los reductores de velocidad que ya se ha hecho efectiva. «Asumo totalmente la responsabilidad», dice el concejal de Policía, «pero creo que era importante evitar una atropello». Además, Deus recuerda en los últimos años el Ajuntament había solicitado en reiteradas ocasiones la instalación de reductores de velocidad en la carretera de Lluc «pero no han hecho caso». Deus informó ayer de que «la próxima semana está previsto que técnicos del Consell se desplacen a Inca para estudiar sobre el terreno una solución eficaz para este punto negro de la carretera de Artà».