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Los pescadores de llampuga de Cala Rajada se mostraron ayer preocupados porque las expectativas de este año no son buenas. El lunes empezó la nueva temporada que abarca hasta el mes de octubre y, de momento, hay mucho menos ejemplares y éstos son mucho más pequeños que en anteriores temporadas. Si el año pasado, el kilo de llampuga se pagaba a 1'8 euros (300 pesetas) ayer estaba en 7'81 euros (1.300 pesetas). El mal tiempo es, con toda probabilidad, el factor que más ha influido en esta disminución.

Bernat Martí, pescador desde hace 25 años, comenta que «las expectativas son mucho más flojas. También hemos de tener en cuenta que el año pasado fue un año atípico porque hubo muchísima llampuga. Aunque no haya nada probado, nuestra experiencia nos dice que el tiempo influye en que haya más o menos ejemplares. La calor hace que los huevos del pez eclosionen más rápidamente. Eso no significa que la temporada de octubre no vaya a ser buena; esperemos que sea así».

En Cala Rajada, actualmente hay siete barcas llampugueres. Salen a las 5 de la mañana y suelen volver a mediodía. En cada embarcación deben ir al menos dos personas. El sistema que se utiliza es que se lanzan los capcers junto con una piedra de marés que puede alcanzar entre los 50 y 70 kilos. La Conselleria d'Agricultura i Pesca ha fijado un descanso de 30 horas. La novedad es que la cofradía de pescadores de Cala Rajada ha establecido que este descanso será de 48 horas y coincidirá con el fin de semana.