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La noticia de que inspectores de la Agencia Tributaria supuestamente acompañados por inspectores de la Conselleria de Turisme están realizando batidas para detectar infracciones en las viviendas vacacionales de Pollença, corre de boca en boca entre los centenares de familias pollencines que viven de este negocio.

Los afectados por las inspecciones muestran los requerimientos que han recibido en los últimos días con el membrete de la Conselleria de Turisme, que les exige que presenten en el plazo de 10 días hábiles todo tipo de documentación; entre otras, la licencia de apertura como alojamiento turístico que aún no han obtenido.

Mientras tanto, los responsables de la Conselleria insisten una y otra vez en que «Turisme no ha enviado ningún inspector a las viviendas vacacionales de Pollença, menos aún a mediados de agosto», y creen que la denuncia responde a un interés político de PP y UMP, que hicieron públicas las inspecciones. Ante la negativa de Turisme, los dueños y las agencias inspeccionadas no saben cómo actuar. «Cómo pueden negarlo si a mí me han venido a ver tres inspectores», dijo ayer un afectado.