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TOMEU GARCIES La espada del gegant Guillem Bassa, que fue robada la pasada semana, ha vuelto a manos del histórico personaje. Una pareja de jóvenes que no son de Alaró entregaron el arma de madera el pasado martes por la noche a la Policía Local.

El alcalde, Josep Gomila, informó que los jóvenes dieron la espada al policía que había de guardia indicando que la habían encontrado tirada en un rincón. A pesar de todo, los dos jóvenes no se quisieron identificar. El arma, de casi dos metros de largo, volvió a ser colocada en su sitio, junto a la de su compañero Cabrit, ayer por la mañana, por el alcalde Gomila

El batle ha atribuido este hecho a una travesura sin malicia, ya que la espada en si no tiene ningún valor económico sino sólo simbólico. Además reconoce que en la devolución de la espada ha tenido mucho que ver el hecho que el robo haya trascendido a los medios de comunicación. El gigante Bassa lucía ayer un cartel donde agradecía la colaboración desinteresada y anónima que había hecho posible que recuperase el arma.

Este no ha sido el único robo extraño que se ha detectado durante las fiestas. También ha desaparecido una vaquilla de madera que debía ir colocada encima de una de las carrozas que desfilarán hoy por la tarde. Los jóvenes que confeccionaban esta carroza alusiva a las fiestas de San Fermín colgaron carteles por todo el pueblo denunciando la desaparición del animal. A la vez, y en plan festivo, anunciaban en las pancartas una recompensa multimillonaria para el que devuelva la vaca.