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Una veintena de los artistas callejeros que tradicionalmente actuaban en el Moll de Pollença durante la temporada alta se manifestaron ayer por la tarde en un pasacalles de protesta. El objetivo de la marcha, que discurrió bajo el lema «al Ajuntament de Pollença no le gustan los payasos» era el de denunciar lo que consideran un «atentado contra la libertad de expresión», ya que afirman que el Ajuntament de Pollença no les deja actuar. Entre los participantes en la protesta había artistas de circo, músicos, artesanos, conocidos payasos y constructores de castillos de arena.
«No somos vendedores ambulantes ni carteristas ni creamos competencia desleal a los comercios sino todo lo contrario, generamos cultura porque somos gente profesional que en la mayoría de casos tenemos una larga experiencia», explicaron.

Los artistas se sienten perseguidos y denuncian que «quienes han intentado expresarse o trabajar, han sido amenazados y en algún caso detenidos por la policía de Pollença». También dicen que les han multado y requisado sus instrumentos de trabajo. Los artistas exigen la «regularización» de las actuaciones de malabaristas, payasos, músicos e, incluso, de los artesanos que trabajaban habitualmente en el Moll y que este año han sido desalojados por la policía. En este sentido, los artistas recuerdan que no existe una legislación que regule su actividad y se quejan de que les metan en el mismo saco que los vendedores ambulantes que actúan sin licencia. Los afectados sólo piden que les dejen realizar su actividad como otros años sin temer la intervención de la policía.