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JOSEP ROSSELLÓ/MIQUEL BAUÇÀ La huelga general del 20-J tuvo un seguimiento más que considerable en Calvià, el municipio turístico por excelencia de Mallorca. En la planta hotelera prácticamente sólo hubo servicios mínimos y para evitar problemas mayores muchas empresas optaron por cambiar el día libre de buena parte de sus empleados y hacer coincidir el descanso semanal con la jornada huelguista.

Al menos tres nutridos piquetes informativos recorrieron los núcleos turísticos más importantes: Magaluf, Palmanova, Peguera y Santa Ponça. El piquete fue aumentado de grosor a medida que avanzaba la jornada y si a las 9.00 horas el piquete de Palmanova apenas estaba integrado por unas 40 personas, pasado el mediodía ya estaba integrado por 300 unidades.

Aunque no hubo incidentes de gran magnitud, si se registraron pequeños sucesos que empañaron la jornada. Una trabajadora de un local comercial de Punta Ballena fue agredida por un huelguista, que fue denunciado ante la policía. Agentes de la Policía Local de Calvià levantaron acta de los daños materiales puntuales y desperfectos en escaparates.

Las principales grandes superficies fueron cerradas por la acción de los piquetes. Algún piquete informativo incluso saqueó la pastelería de un hipermercado de Palmanova, que se vio obligado a cerrar, en el que algunas jóvenes empleadas sufrieron crisis nerviosas. Pese a estos incidentes, la mayor parte de los piquetes fueron más que correctos. En Peguera, algunos huelguistas visitaron a sus compañeros de servicios mínimos.

Calvià 2000 no realizó la recogida domiciliaria de basuras y el seguimiento de la huelga fue del 81%. Según el Ajuntament, el seguimiento en la Casa Consistorial y las guarderías municipales fue del 32'6%.

En el municipio vecino de Andratx, la incidencia de la huelga fue muy diferente. Algunos restaurantes del Port optaron por cambiar su día libre y evitaron así cualquier problema. «Ha parecido un día cualquiera», indicó el alcalde, Eugenio Hidalgo.