TW
0
CATERINA VENY/ J.M.S. Unos 70 escolares del colegio público Jaume Fornaris de Son Servera se quedaron ayer «con el agua en los labios» al acudir a celebrar el fin de curso que, en principio, se preveía refrescante y que se convirtió en uno de los más calurosos que recuerden, ya que la piscina municipal estaba aún fuera de servicio: no tenía agua y estaba sin limpiar. Además, los recipientes de cloro y las mangueras estaban por los laterales de la piscina con el peligro que suponen los productos químicos.

Los maestros y los escolares habían previsto pasar las mañana en la piscina y después merendar en el polideportivo, pero sólo pudieron realizar la segunda actividad. «Esta situación es indignante, lo que no puede ser es que el jefe de mantenimiento del polideportivo se comprometa a tener la piscina en condiciones para hoy a las 11'00 horas y te la encuentres vacía y con setenta niños muertos de calor», advirtió una de las profesoras.

Ante esta situación, los profesores decidieron transmitir sus quejas a la dirección del centro escolar para que «adopten las medidas que consideren necesarias», explicó una profesora, quien se quejó de la «total dejadez del Ajuntament de Son Servera».

La jornada de ayer también se saldó con los enfrentamientos entre los profesores y el técnico de mantenimiento del polideportivo, Juan Pedro Clemente, porque «intentó sacar a los niños fuera del recinto».

El PP de Son Servera apoyó las quejas de los profesores y afirmó: «Es un resumen del trabajo que han hecho este año».