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CATERINA VENY/ J.M.S. Entre la venta y el reflotamiento de Majórica. Esta es la situación paradójica que vive la industria perlera de Manacor en los momentos más inciertos de la crisis económica y social que atraviesa desde hace más de medio año. Mientras fuentes cercanas a la dirección de Majórica aseguran que en estos momentos están elaborando un nuevo proyecto de viabilidad que presentarán próximamente, la posible compra de la empresa por parte de una nueva sociedad también va cobrando de cada vez más fuerza.

De hecho, fuentes autorizadas de la empresa han informado que Majórica está «manteniendo conversaciones» con un grupo de siete empresas diferentes para llegar a un acuerdo sobre la posible compra de la empresa perlera. «No obstante, aún no hay nada firmado y ni siquiera existe una opción de preferencia», afirman y aseguran que una de estas sociedades es de Mallorca y otra de Badajoz.

Los ánimos de los trabajadores de Majórica están cada día más caldeados y su paciencia se está acabando. Este sentimiento se hizo ayer más evidente que nunca, sobre todo, a raíz del encuentro infructuoso que mantuvieron el accionista mayoritario, José Diego Arozamena, quien confirmó que presentarán una nueva regulación de empleo mucho más severa.