Los taxistas celebran una multitudinaria asamblea en el aparcamiento del Ajuntament. Foto: P.BOTA.

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Las negociaciones entre los taxistas y el Ajuntament siguen estancadas. La Administración local sigue convencida de la necesidad de otorgar 53 licencias en los dos próximos años. Los conductores sostienen lo contrario. Las maratonianas conversaciones mantenidas ayer entre una delegación de la asociación de taxistas y los representantes municipales, encabezados por el primer teniente de alcalde, Manel Suárez, y el delegado de Transportes, Antoni Garcia Moles, apenas avanzaron.

Los coches del servicio público colapsaron el aparcamiento municipal, y los funcionarios y visitantes que acudían a realizar gestiones tuvieron que buscar alternativas. Algunos ciudadanos que confiaban en el servicio de taxi para acudir al aeropuerto tuvieron que recurrir a otras vías y algún turista denunció haber perdido su vuelo. El sector del taxi rechaza, según el presidente de la Agrupación de Taxistas de Calvià, Bernardo de Teba, la oferta municipal por «absurda». En su opinión, el Consistorio no tiene en cuenta «las plazas hoteleras cerradas en invierno, ni el incremento del parque de coches privados». Los taxistas continuarán las movilizaciones «mientras no haya esperanza de llegar a un acuerdo razonable».

El Ajuntament defiende «la modernización del servicio de autotaxi ante el inmovilismo de un grupo reducido de taxistas» e insta al sector a encauzar un proceso negociador. El Consistorio manifestó que hay cientos de quejas de hoteleros, touroperadores, vecinos y entidades del municipio recibidas en los últimos años ante las evidentes carencias de servicios en determinadas zonas y horas. A mediodía, la Policía Local recibió la orden de desalojar el interior del Ajuntament, en cuyo hall había un numeroso grupo de taxistas que esperaban a la junta negociadora. La orden fue ejecutada con contundencia. Medio centenar de agentes y guardias civiles rodearon la Casa Consistorial.