En la reunión estuvo presente Fernando Galán, Miquel Riera y Pere Trias. Foto: A. BASSA.

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Nervios, tiras y aflojas, ninguna solución y muchas decepciones. Así se puede resumir la reunión que tuvo lugar ayer por la mañana convocada por el comité de joyas de Majórica, a la que no pudieron asistir todos los que estaban invitados. Se vetó la participación de los portavoces municipales. Así lo decidió el Govern de les Illes. El director general de Treball, Fernando Galán, cambió el lugar de la reunión previsto inicialmente en el Teatro Municipal y se hizo en el IDI. «Va a ser en nuestra casa para que podamos decidir quién entra y quién no».

Estaban invitados las conselleries de Economia, Hisenda y Treball, los comités de fábricas y tiendas, el Ajuntament, UGT y CCOO. Los portavoces municipales que asistieron "Catalina Sureda (PP), Paco Acuñas (PSOE) y Miquel Vives (PSM)" se quedaron en la puerta porque Galán dijo que esta era una reunión laboral. «No puedo consentir que haya buitres aprovechándose de este tema. Solo nos vamos a reunir con los comités y el alcalde porque este es un problema laboral. No se trata de menospreciar a nadie, pero sólo faltaba que en el tema de Majórica participara hasta la procesión de Semana Santa». Catalina Sureda estaba indignada: «No entendemos nada. Hemos asistido a un lugar que nos han invitado y ahora no nos dejan entrar. Lo único que nos preocupa es el futuro de los trabajadores».

En la reunión, Galán informó a los comités sobre tres puntos: que hay una serie de grupos interesados en la compra de Majórica, la retirada del expediente de regulación de empleo y la probabilidad de que se tramite uno nuevo que afecte a muchos trabajadores y en peores condiciones. El director general de Treball, Fernando Galán, también instó a los comités a luchar juntos en lugar de estar enfrentados y que se reúnan con la empresa y los interventores judiciales porque «se toman decisiones sin contar con los trabajadores».