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M.B./R.C. El nuevo director general de Majórica, Carlos Canals, confirmó ayer a este periódico que grupos empresariales se han interesado en una posible compra de esta firma. «Hay grupos que han solicitado documentación y se les ha facilitado información no crítica», manifestó Canals, quien matizó que en el supuesto de que Majórica se vendiera, «lo harían los accionistas». Aunque Casals negó que en el último consejo de administración se tratara la posible compra-venta, ayer por la tarde se informó a los trabajadores que Majórica está en venta.

El directivo que ahora lidera el plan de reflotamiento de Majórica (Vivian de Mezquita, su antecesor, dimitió a principios de mes) consideró la actual fase como de «acercamiento» porque todavía «nadie ha hecho una oferta concreta a los accionistas». «Tampoco sabemos qué aportación quieren realizar (los potenciales compradores), si quieren aportar capital como socios mayoritarios o minoritarios», agregó. Casals entiende que las Administraciones Públicas (Govern, Consell y Ajuntament de Manacor) deben actuar «de la mano» con Majórica y el principal acreedor, el BSCH.

Asimismo, Carlos Casals señaló que «se han perdido cinco meses» tras el fracaso del primer plan de viabilidad (el Govern exigió a los accionistas una aportación de 12 millones de euros en lugar de los 3 millones prometidos) y que «ahora se perfilará una nueva estrategia» que afectará a «los centros de trabajo de Manacor, las oficinas centrales, la fábrica de estuches y filiales». Por otra parte, ha trascendido que existe un «acuerdo de confidencialidad» sobre el futuro de Majórica que cuenta con el respaldo de BSCH, Govern y el posible comprador que ahora parece estar mejor posicionado.