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C. VENY/ J.M.S. La producción de energía eléctrica libre de gases contaminantes CO2 para abastecer el consumo energético a través de la red, es el principal objetivo de la primera central de placas solares fotovoltaicas que se instalarán en los terrenos de la depuradora de sa Ràpita (Campos). Esta central entrará en funcionamiento a finales de año y generará una potencia de 97'92 kilovatios, «veinte veces más que la planta instalada en Artà», explicó la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló.

Según las estimaciones, la central de energía renovable de sa Ràpita, un proyecto de los más ambiciosos de todo el Estado, según palabras de la consellera, producirá unos 200.000 kilovatios por hora. Esta energía equivale al consumo de 12 a 16 familias durante un año. La energía generada en la central de sa Ràpita, cuya construcción costará 1.167.780 euros (180 millones de pesetas) se introducirá en la red eléctrica general y abastecerá la depuradora de la zona costera.

La planta fotovoltaica, cuyas obras comenzarán este verano, tendrá 32 módulos con 36 placas cada uno y ocuparán una superficie total de 723 metros cuadrados. La central será colocada en unos terrenos de 3.500 metros cuadrados. Según el gerente del Ibasan, Joan M. Horrach, la producción de energía a partir de placas solares no sólo es más respetuoso con el medio ambiente sino que «económicamente es más rentable. La energía que produce se puede vender a GESA a un precio más caro que el de compra». Este beneficio económico que se obtiene con la venta de la energía permite «amortizar el coste de la central en unos 18 años», concluyó Horrach.