Santa Eugènia acogió ayer a miles de mallorquines, que, animados por el buen tiempo, se desplazaron a esta localidad para visitar la 'fira'.

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TOMEU GARCIES A pesar de que parezca un tópico, la Fira de Santa Eugènia, celebrada ayer domingo, desbordó las previsiones más optimistas tanto en número de participantes como en número de visitantes.

Tanto fue así que el pueblo quedó materialmente colapsado por los coches. La carretera que atraviesa la población se convirtió en un auténtico embudo de tránsito, por mucho que la Policía Local trabajase a destajo para aliviar la situación.

Los aparcamientos disponibles se quedaron pequeños y los coches se acumularon hasta el cercano núcleo de ses Alqueries. Esta expectación sorprendió a los organizadores, que no se esperaban semejante cantidad de visitantes. En lo referente a la fira, se ha de destacar por encima de todo el éxito de participación y calidad del primer concurso aves de corral autóctonas, que se convirtió en el principal referente de la jornada.

Bajo la gran carpa montada para la ocasión, más de 400 ejemplares de 13 razas compitieron por hacerse con alguno de los 27 galardones y por atraer la atención del público. Y es que uno de los principales objetivos del concurso era dar a conocer estas razas, muchas veces, casi desconocidas.

El Club Balear de Coloms de Races Autòctones fue el gran triunfador acaparando hasta cinco galardones. Antoni Palau obtuvo el premio principal de la mejor ave del concurso, así como el correspondiente a gallina mallorquina. También fue muy destacable el papel de los criadores Xesc Ayarte y Miquel Oliver con tres premios.

Las muestras fueron visitadas por el conseller d'Agricultura, Mateu Morro, y por el vicepresidente del Consell, Miquel Nadal, quienes recorrieron los diferentes puestos de venta acompañados por el alcalde Mateu Crespí, y el resto de la Corporación.