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Calvià celebró ayer la III edición de la Fira Ovina i Caprina, una feria que se va consolidando en un municipio con una gran tradición ganadera. Los consellers de Agricultura y Turisme, Mateu Morro y Celestí Alomar, respectivamente, asistieron a la inauguración de la feria, así como el director general de Turisme, Jaume Garau, y el conseller nacionalista del Consell Bernat Aguiló. Por parte del Ajuntament, presidieron los actos la alcaldesa Margarita Nájera y Manel Suárez, primer teniente de alcalde. También estuvieron presentes los ediles Isidre Cañelles (UM) y Carlos Delgado (PP).

La feria se caracterizó por su buena organización, aunque no hubo una gran asistencia de público. A lo largo de la mañana, se celebraron demostraciones de ca de bestiar y de esquilar ovejas. Asimismo el concurso morfológico de oveja mallorquina contó con numerosa participación. El año pasado, esta feria quedó deslucida debido a las enfermedades de la «lengua azul» y la fiebre aftosa, ya que se prohibió la movilidad de animales. Una vez superadas las epidemias, a esta edición acudieron expositores de todos los rincones de Mallorca.

La novedad fue la subasta de ovejas de pura raza mallorquina, una iniciativa que convocó el Ajuntament con el objetivo primordial de mejorar genéticamente la raza mallorquina.

Los visitantes también pudieron degustar platos típicos en la muestra gastronómica.