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El alcalde Pere Rotger (PP) ha decidido cerrar las actuales instalaciones de la Policía Local en la calle Artà y trasladarlas al polígono industrial. Rotger se reunió ayer con el asesor jurídico e ingeniero municipal para determinar la actuación del Ajuntament frente a la sentencia judicial que le condena a cerrar y precintar las actuales oficinas de la policía por carecer de licencia de actividad y provocar problemas de ruido a un vecino. «Aunque hemos decidido apelar la sentencia porque nuestros abogados discrepan de ella en cuestiones de fondo y forma, he decidido que la policía debe trasladarse a otro lugar», manifestó Rotger y añadió querer tener «autoridad moral para cerrar cualquier local que no cumpla las normas».

El alcalde recordó que la ubicación de la policía en el antiguo edificio de GESA es totalmente provisional, ya que se estaba a la espera de poder trasladarlas a las instalaciones municipales del cuartel de General Luque, en cuanto las abandone la Guardia Civil. «Nuestra intención era que a estas alturas la policía estuviera a punto de mudarse a General Luque, donde me comprometí a construir unas instalaciones dignas para el cuerpo. Sin embargo, el retraso en la construcción de un cuartel para la Guardia Civil ha retrasado este traslado», precisó.

Técnicos del Ajuntament están trabajando ahora en la elaboración de un pliego de condiciones para sacar a concurso el alquiler de unas nuevas dependencias temporales para la policía. «Buscamos un local de entre 300 y 400 metros cuadrados y que se ubique en el polígono o en un lugar donde no pueda provocar nuevos problemas a vecinos», dijo Rotger, que así se lo comunicó al representante sindical de la policía. Pere Rotger precisó que «aunque si apelamos la sentencia podría pasar un año sin que la policía se trasladara, quiero que quede claro que me solidarizo con el vecino afectado». «Mi intención no es ir en su contra, no quiero perjudicar a nadie», añadió.