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El alcalde de Sóller, Ramon Socías, explicó ayer en rueda de prensa que los abogados que tramitan la herencia de Adela Oliver, fallecida recientemente, han informado de que una parte del legado de la hija ilustre del municipio revertirá en el pueblo. Así, el batle explicó que una parte del legado será la mitad de la Fàbrica Nova, destinada al futuro museo textil y de indumentaria antigua y a centro cultural.

Una segunda parte de la herencia de Adela Oliver prevé el abono al Ajuntament de Sóller del 10% del valor de la venta de todas las propiedades de la hija ilustre que ahora han pasado a sus herederos naturales. Esta aportación debe ir destinada a la construcción y mantenimiento de la residencia de personas mayores que se construirá en breve en los terrenos de sa Calatrava, donados años atrás por la propia Adela Oliver. Entre el patrimonio de la hija ilustra figura una possessió de gran valor como es Vistamar, en Valldemossa.

Ramon Socías explicó que la voluntad de la Administración local es la creación de la Fundación Adela Oliver, que será la responsable de gestionar todos los fondos procedentes de la herencia. Puesto que la residencia podría ser construida por una empresa privada, el legado de Oliver podría destinarse a la subvención de plazas para sollerics sin recursos. Por último, el alcalde manifestó que Adela Oliver ha demostrado una vez más su gran estima hacia su ciudad, por lo que volvió a expresar su satisfacción, en su nombre propio y el de todos los ciudadanos, por el acierto del Consistorio de Sóller de designarla como hija ilustre del municipio hace cuatro años, en 1998.